Pionero de la historiografía regional en Antofagasta.-
Isaac Arce Ramírez, empleado y administrador de la Compañía de Salitre y Ferrocarril, funcionario de “alto espíritu cívico” y sentido social, está estrechamente vinculado con el desarrollo de la industria salitrera y el desenvolvimiento de Antofagasta durante los primeros 80 años de vida de la ciudad.
El autor, al igual que el historiador Alfaro Calderón en Iquique, representa el arquetipo del "historiador local autodidacta", aquel que posee una gran obra publicada, puede editar con el apoyo de la ciudadanía, escribe esporádicamente en diarios y revistas y dedica mucho tiempo en la revisión de archivos y bibliotecas, la conversación con antiguos pobladores y, sobre todo, responde las consultas de la comunidad sobre hechos pasados de la localidad.
Su obra "Narraciones Históricas de Antofagasta" (Imprenta Moderna, 1930, 270 pp.) de gran impacto cultural en la región, concita el apoyo de las autoridades locales (intendente y alcalde Poblete) y el de la élite intelectual de la época. La publicación del libro fue posible al financiamiento otorgado por la Junta de Vecinos de Antofagasta (Corporación municipal) previo informe de una comisión de expertos integrada por Monseñor Luís Silva Lezaeta y el abogado Aníbal Echeverría y Reyes, ambos asociados a instituciones de saber erudito a nivel nacional y extranjero y miembros fundadores del Ateneo local; todo ello permite que esta investigación histórica se proyecte más allá de los límites comunales y llegue a muchos hogares y escuelas de la región y del país.
La producción del texto se articula como crónica y denota una narración vivencial, la cual en algunos pasajes del libro aparece como una historia de vida; según él, "lo que nuestros recuerdos nos dicen, desde que pisamos por primera vez las playas de Antofagasta" en el año 1872. El transcurso lineal de los acontecimientos, torna el relato progresivo y vertiginoso; un tiempo histórico ascendente, que cuenta el avance de Antofagasta hacia su plena consolidación como asentamiento urbano en el litoral norte de Chile, ya que - tal vez - "ningún pueblo de la costa del pacífico ha tenido en tan pocos años una vida tan próspera como la de Antofagasta. Nacido, puede decirse ayer, pues escasamente tiene la vida de un hombre, ha alcanzado en este lapso de tiempo un desarrollo admirable, y sus industrias y grandes capitales le tienen asegurado su estabilidad y porvenir".
Construido desde el presente, este estudio, intenta "recordar tantos acontecimientos curiosos y hechos de importancia relacionados con este pueblo". En este sentido constituye un diagnóstico del pasado, una evaluación del ayer y una retrospectiva optimista, que constata el progreso alcanzado por Antofagasta durante el ciclo salitrero regional (1902 – 1932), el cual "es muy halagador recordar lo que ha sido y lo que es hoy Antofagasta". De este modo compara el avance logrado (urbanismo - urbanización) con el asentamiento precario del pasado; resaltando el valor de la generación de los forjadores del poblamiento inicial, los primeros habitantes y los notables acontecimientos producidos durante el medio siglo de existencia de la ciudad.
Por consiguiente el contenido de “Narraciones Históricas” describe el progreso de Antofagasta, dando cuenta de "los hechos o acontecimientos más culminantes que se han desarrollado en la vida histórica, industrial y social de Antofagasta y su litoral". De este modo, es uno de los relatos precursores del discurso oficial del pasado regional antofagastino, el cual intenta "relatar - en forma verídica e imparcial” la Historia Regional, a través de capítulos monográficos, repletos de datos útiles y revelador en imágenes de la primera etapa productiva de la ciudad, tal como lo señala el historiador regional Floreal Recabarren, esta obra constituye:"la más completa investigación de la historia de la ciudad. Todos los sucesos del siglo XIX están relatados en forma tan amena que la lectura resulta fácil y agradable, lo escrito está ratificado por inéditos documentos iconográficos. Nadie podrá emprender investigación más especializada, si antes no recurre a la obra de Arce”
La pesquisa historiográfica desarrollada por Isaac Arce es coincidente con la cultura histórica que se realiza en el país durante el período finisecular (1880 – 1920), refleja la práctica metódica documental, positiva e historicista, que consistía en el rastreo sistemático de fondos documentales, la transcripción literal de textos e impresos y una mirada nacionalista y particularista de los hechos históricos. Por lo mismo, el trabajo histórico de Arce registra el "copiado valioso del archivo (de) la Biblioteca Municipal de la ciudad de La Paz"; la colección de "recortes de diarios y periódicos” y la recopilación de varias otras fuentes oficiales y testimonios personales; a los cuales – a veces – aplica la verificación o autenticidad de la información, confrontando los "antecedentes o datos dados, (…) con los que nosotros poseíamos". Asimismo, el estudio emplea la referencia a pie de página, las citas textuales y la forma de escribir que presenta el texto original. En fin una historia regional, documentada, ilustrada (fotografías) y complementada con testimonios y antecedentes inéditos.
La labor historiográfica de Isaac Arce sobresale por la forma honesta, metódica y profesional, con la que emprende la investigación y el oficio de historiador; reconoce sus carencias y limitaciones, además advierte no “haber hecho un trabajo completo o perfecto"; asumiendo que “en nuestra obra se notarán algunos vacíos y también algunas omisiones". Sin embargo, se auto percibe como el cronista oficial de la comarca y el pionero que abre la veta de los estudios historiográficos en la región. Además está consciente que "es el primer intento que se ha hecho en el sentido de crear el relato regional, o sea, historiar la vida de las provincias en forma circunstanciada y minuciosa (…) Si esta tarea fuese acometida posteriormente, siempre nos quedaría la satisfacción de haber sido nosotros los primeros en iniciarla en nuestro país".
En conclusión, Isaac Arce Ramírez representa para la región, el historiador clásico de Antofagasta y el primero en escribir una Historia General de la ciudad.
(Ver: Héctor J. Ardiles Vega; “Etapa inicial de la Historia Regional: historiografía de puertos y ciudades costeras”. EN: revista Taltalia Nº 3, 2010, pp. 97 – 111).
